Su Majestad el Rey Don Juan Carlos invitó el 15 de enero de 2010 al cuerpo diplomático acreditado ante su persona a la Recepción de Año Nuevo en el Palacio Real. Además de la Familia Real – la Reina Doña Sofia, el Príncipe de Asturias Don Felipe con la esposa Doña Letizia y la Infanta Doña Elena – estuvieron presentes también el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, y numerosos directores generales del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. De parte de la Embajada de Croacia en Madrid estuvieron presentes el Embajador Neven Pelicaric, acompañado por su esposa, y Anita Tršic, Consejera.
Su Majestad el Rey Don Juan Carlos invitó el 15 de enero de 2010 al cuerpo diplomático acreditado ante su persona a la Recepción de Año Nuevo en el Palacio Real. Además de la Familia Real – la Reina Doña Sofia, el Príncipe de Asturias Don Felipe con la esposa Doña Letizia y la Infanta Doña Elena – estuvieron presentes también el Ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, y numerosos directores generales del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación. De parte de la Embajada de Croacia en Madrid estuvieron presentes el Embajador Neven Pelicaric, acompañado por su esposa, y Anita Tršic, Consejera.
En su discurso, el Rey destacó que una difícil crisis financiera y económica había marcado el 2009, mencionando también los ataques terroristas, secuestros piratas e imprevisibles catástrofes naturales de gran alcance. Sostuvo que el principio del 2010 fue marcado por la gran tragedia en Haití, expresando su pésame y anunciando la ayuda española en el rescate de los afectados y la reconstrucción del país.
El Rey empezó el resumen de la política exterior española rindiendo homenaje a los integrantes de las fuerzas de paz españolas que en los últimos veinte años han servido en numerosas misiones de paz, destacando las de Bosnia y Herzegovina, Afganistán, el Líbano y las costas de Somalia. Subrayó la importancia del 2010 para España por su cuarta presidencia de la Unión Europea, resaltando el hecho de que esta Presidencia coincide con el 25 aniversario de la adhesión de España y Portugal a la Unión Europea como miembros de pleno derecho. Destacó también la particularidad de la Presidencia Española por la aplicación del Tratado de Lisboa. Dedicó una gran parte del discurso a las cumbres que se celebrarán en el marco de la Presidencia Española de la UE. Una parte especial del discurso fue dedicada a la Unión por el Mediterráneo, anunciando la Cumbre en Barcelona y resaltando la importancia de la puesta en marcha de la estructura necesaria y la Secretaría en Barcelona, con el fin de la implementación más eficiente posible de las metas programadas que forman parte de la Declaración Final de la Cumbre para el Mediterráneo de París.
Después de la ceremonia, el Rey, con los miembros de la Familia Real y los miembros del Gobierno, conversaron de manera informal con los embajadores presentes durante una hora.
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